Hace mucho tiempo en una
pequeña choza, en medio del bosque, vivía un señor que se llamaba Francisco. Él
era viudo, tenía tres hijas que le ayudaban en la casa y dos hijos que le
ayudaban en el trabajo vendiendo cerámica.
Un día la hija menor fue
a comprar pan, como era muy guapa unos
forajidos la raptaron cuando regresaba por el camino del bosque. Como no
regresaba la hermana mayor se preocupó y fue a buscarla, no la encontró y
volvió a casa muy triste. Al rato vino el padre y sus dos hermanos y les contó
todo lo sucedido. Decidieron salir a buscarla cada uno por un camino distinto
del bosque, regresaron a casa y llamaron a la policía, todos se fueron a dormir
muy preocupados menos Francisco, el padre. La hermana mayor oyó a su padre
llorar, se levantó a consolarle y los dos se fueron a dormir.
Al día siguiente Carmen, la hermana mayor, y Diana,
la hermana mediana, hicieron el desayuno y le dijeron a su padre que se iban a
buscar a su hermana pequeña. Cuando
estaban buscándola notaron algo raro, como si alguien les siguiera, pero no se
preocuparon. Después fueron a buscarla por el pueblo, entonces vieron que
efectivamente unos hombre les seguían,
pensaron ir cada una por una calle y juntarse en la plaza, pero iban dos
y cada uno persiguió a una hermana. La hermana mayor iba un poco más deprisa y
cuando se juntan las calles en la plaza la hermana mediana que iba detrás vio
un saco y como siempre lleva su cámara de fotos hizo una foto al hombre con el
saco. Al hombre que llevaba detrás, la hermana mediana le dio una patada y el
otro se fue corriendo, pero claro la hermana mediana llevaba las fotos, fueron
corriendo a casa y se lo dijeron a todos,
pero pensaron que no se lo iban a poner tan fácil, salieron todos de
casa y fueron con mucho cuidado a enseñar las fotos a la policía. Cuando les
enseñaron las fotos la policía les dijo que en uno o dos días tendrían a la
niña porque esos hombres ya los estaba buscando la policía varios días, eran
unos malhechores muy peligrosos, que estuvieran tranquilos que la encontrarían.
Al día siguiente la
policía encuentra a los malhechores y a la niña, pero no pueden detenerlos.
Durante todo el día la policía intenta cogerlos y a la noche por fin lo
consiguen. Liberan a la niña, llaman a su familia, que acude rápidamente y le
curan las heridas. Regresan todos a casa felices de estar de estar juntos,
después de una terrible pesadilla.
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Mi primer diploma litetario |
Con este cuento he participado en el VIII Certamen Literario del colegio público "Cristóbal Valera", mi cole. Me dieron este diploma por participar. En tercero de infantil gané el segundo premio con un dibujo del cuento de Caperucita Roja.